Todo lo que necesitas saber sobre el testamento cerrado 

El testamento cerrado es una de las formas de disposición de última voluntad reconocidas por la legislación de numerosos países. Este tipo de modalidad testamentaria se caracteriza por su alto grado de confidencialidad, ya que su contenido permanece secreto para los herederos e, incluso, el notario hasta el fallecimiento del testador, cuando se procede a la apertura del mismo. Este tipo de testamento tiene particularidades que lo diferencian de otro tipo de testamentos, como es el caso del testamento abierto y el ológrafo. A continuación, te explicamos los aspectos clave que se deben conocer sobre el testamento cerrado. 

¿Qué es un testamento cerrado? 

El testamento cerrado es un documento donde el testador manifiesta sus últimas voluntades de forma secreta. Para su validez es necesario que dicho documento esté firmado por el testador, para, posteriormente, ser introducido en un sobre sellado y cerrado de tal manera que su contenido no pueda ser conocido hasta que sea abierto. Esta forma de testamento garantiza la máxima privacidad respecto a las disposiciones testamentarias, en contraste con el testamento abierto, cuyo contenido es conocido por el notario y, potencialmente, por otros testigos. 

Requisitos para otorgar un testamento cerrado 

Para asegurar la validez de un testamento cerrado, se deben cumplir ciertos requisitos legales: 

  • Capacidad del testador: El testador debe ser mayor de 14 años y tener plena capacidad mental. 
  • Redacción y firma: El testador puede redactar el testamento de su puño y letra o mediante medios electrónicos. Lo importante es que el documento debe estar firmado por el testador en todas sus hojas. 
  • Confidencialidad del contenido: El testamento debe estar cerrado en un sobre sellado para asegurar que su contenido no se conozca hasta el momento de su apertura. 
  • Declaración notarial: El testador debe presentar el sobre cerrado ante un notario, declarando que contiene su testamento. 

Cómo se la hace un testamento cerrado 

El testamento cerrado requiere que se realice a través de un proceso determinado y en el que se deben seguir una serie de pasos necesarios para garantizar su validez. 

  1. El testador redacta su testamento de manera manuscrita o mecanografiada, y lo firma. Es esencial que la firma esté presente en todas las hojas del documento para validar la autenticidad y voluntad del testador. 
  1. El documento se introduce en un sobre u otro tipo de envoltorio que se cierre de manera “hermética”, que no pueda ser abierto sin romper el sello o sin dejar evidencia de la apertura. 
  1. El testador debe presentar el sobre cerrado ante un notario. Ante él, el testador declara que en el interior del sobre se encuentra su testamento, y que lo entrega para su custodia. Este acto se realiza en presencia de dos testigos mayores de edad y sin interés directo en el testamento. 
  1. Por último, el notario levanta acta del acto de entrega, que es firmada por el testador, los testigos y el notario. Esta acta se adhiere al sobre sellado, garantizando su autenticidad y la custodia del documento. El notario se encarga de custodiar el sobre sellado y lo inscribe en el Registro de Últimas Voluntades 

Apertura de un testamento cerrado 

Tras el fallecimiento del testador, aquellos que tengan un interés legítimo en el mismo, deberán solicitar la apertura del testamento ante el notario que se encarga de su custodia, o, en su defecto, ante el notario del lugar donde el testador tuvo su último domicilio. El procedimiento incluye: 

  • La verificación de la autenticidad del testamento cerrado y el correcto cumplimiento de las formalidades legales. 
  • El notario es quien abre el sobre en presencia de los interesados y lee el contenido del testamento. 
  • El testamento se incluye en el protocolo notarial para asegurar su ejecución conforme a la voluntad del testador. 
  • Una vez abierto el testamento, se procede a realizar un inventario de bienes y derechos, identificar a los herederos, liquidar deudas, y finalmente, efectuar la partición de la herencia, que se formaliza mediante una escritura pública de partición. 


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Ventajas del testamento cerrado 

  • Confidencialidad: El contenido del testamento se mantiene en secreto hasta después de la muerte del testador. Esto puede ser crucial en situaciones donde el testador desea mantener en privado sus disposiciones testamentarias. 
  • Seguridad jurídica: La intervención del notario y los testigos proporciona una garantía adicional de autenticidad y cumplimiento de las formalidades legales, evitando posibles impugnaciones sobre la validez del testamento. 
  • Flexibilidad: El testador puede modificar o revocar el testamento cerrado en cualquier momento, simplemente recuperándolo y sustituyéndolo por uno nuevo, siguiendo el mismo procedimiento. 

Limitaciones y nulidad de testamento cerrado

No pueden otorgar testamento cerrado las personas que no sepan o no puedan leer, ni aquellas que no tengan capacidad intelectual suficiente.  

Además, el testamento cerrado será nulo si no se cumplen las formalidades establecidas por la ley, por lo que es posible que no se considere válido una vez abierto. Sin embargo, puede ser válido como testamento ológrafo si cumple con los requisitos de este tipo de testamento, como estar completamente escrito a mano y firmado por el testador. 

Consideraciones finales del testamento cerrado 

El testamento cerrado ofrece una opción segura y confidencial para quienes desean mantener en secreto sus últimas voluntades hasta después de su fallecimiento. Su formalización ante notario y en presencia de testigos proporciona garantías legales que protegen la validez del documento. No obstante, es recomendable buscar asesoría legal especializada para asegurarse de que se cumplan todos los requisitos legales, evitando así futuras controversias. En Heredaria, ofrecemos servicios de asesoramiento personalizado y tramitación de herencia en Bilbao, para facilitarte la toma de decisiones y tomar las mejores decisiones en tu herencia. 

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